miércoles, 14 de abril de 2010

Un desparche en la ciudad: Critica a nintendo y sony

Imaginense que me encuentro en mis descansos (que por lo general son de 16 a 21 horas), con videos de una nueva nintendo portatil y no me refiero a la nintendo dsi XL, sino una con pantallas capaces de proyectar efectos 3D sin el uso de gafas especiales. Esos videos hechos visiblemente por Nintendo, reflejan que no tienen ninguna intención cambiar el diseño de a DS, ni mucho menos de crear una consola portatil con graficos mucho mejores que los que tuvo el Game Cube, ni los que tiene ahora, sino simplemente tomar el ya hecho DS y ponerle pantallas con servicio 3D al igual que tiene planeado ya sony con su PSP.

Lo que agradaba en la nintendo DS era que la consola que es de 32 bits fuese tan divertida por su microfono, pantalla tactil y ahora con 2 camaras y navegador web. Ahora se convierte en una batalla con Sony para ver quien hace su ya VIEJA PSP contra la VIEJA DS más estetica.

Digo vieja pues los juegos (dando por hecho que los juegos son lo más importante en una consola), no han cambiado absolutamente nada desde el 2005 que fue cuando salio la DS (fat) y la PSP (1001). A todos los consumidores de este mercado nos han estado ofreciendo "lo mismo" y sin embargo se sigue vendiendo como pan caliente.

Y no es de extrañarse en estas dos compañias pues nintendo hizo exactamente lo mismo con la GBA cuando saco la primera versión, luego la GBA SP y despues la GBA micro. Asi mismo sale de SONY una PS (sea 1,2 o 3), y luego la vuelve más pequeña pero con las mismas cosas.

Si te gustan los videjuegos, que sea eso lo que buscas en una consola, pues por que traiga dos camaras, pantallas más grandes, sea más pequeño o tenga funciones como musica, video y fotos, no afectará la calidad grafica o más entretenido aquel cartucho o UMD que compres pues funcionará igual en una ds fat como en una dsi XL aso como las UMD de un PSP 1000 a 3000 (la "PSP go" no usa UMD pero todos los juegos son lo mismo).

En resumen, tanto nintendo como SONY han entrado en una carrera por quien vende y explota más al consumidor sin realmente preocuparse por quienes compran sus productos.